Nochebuena
Nochebuena
la llaman; no sé porque será.
No sé
porque será, digo una vez más.
Porque
de buena no tiene nada,
y
muchas veces la quieres olvidar.
Esas
noches buenas ya se fueron,
y no
van a regresar.
Por
mucho empeño que pongas,
ya
quedaron atrás.
Te
acuerdas de los que faltan,
no de
todos por igual.
No
puedo dejar de nombrar a mi madre,
qué fue
la más genial.
El
pasado fue tan bonito
qué es
difícil de mejorar.
El
altar está muy alto; difícil es trepar.
Se han roto los peldaños y rotos se quedarán.
Si yo tuviera un martillo y clavos para clavar,
arreglaría la escalera para a la cumbre llegar.
Dejo de
escribir; no quiero pensar más.
Porque
mi cabeza está
como si
hubiera pasado un vendaval.
Siempre
acabo como el agua del mar,
y por
eso lo tengo que dejar.
Las
olas son muy altas y rompen sin cesar.
Lo
mojan todo y no se puede secar.
No sé
por qué escribí esto,
pero
escrito se quedará.
Aunque
sería mejor romperlo
cómo
rompen las olas del mar.
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