Llegó la Guadaña
Llegó la guadaña sin avisar. Entro de repente,
feroz como un lobo hambriento, deseoso de matar.
No la vimos llegar, y fue arrasando sin poderlo
evitar.
No había forma de poderla parar.
Así es el cáncer, una enfermedad
que te quita la vida, y no podemos con el luchar.
Ponen los
medios, pero hay veces que no tienes armas para luchar.
No puedes asimilar que alguien, tan llena de vida,
pueda morir sin más, en poco tiempo. Es difícil
asimilar.
¿Qué se puede hacer por los que quedan?
Ofrecer todo lo que les puedas dar.
Sobran palabras para quién las lleva dentro,
y no sabe cómo llegarle a su corazón
para que no sufran tanto y puedan seguir adelante.
La vida a veces te juega malas pasadas y esto es
un palo más.
Se va una madre que por sus hijos daba todo, y a
veces más.
Si hay algo que te lleve a un lugar donde puedas
ver,
poco a poco lo más bonito de tu vida siguen
creciendo,
aunque siempre quedará el no poderte ver más.
Todos los que te conocieron ojalá te pueda llegar,
ese sentimiento que se tiene y no podemos demostrar.
Que tengas un feliz viaje, si hay eternidad.
Que tu alma se ilumine para siempre en los que
quedaron muertos en vida,
y se pueden recuperar, poco a poco con la ayuda
que se les pueda dar.
Lucía, que descanses en paz.
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