Rápida Como el Viento

Rápida Como el Viento

Aquel día fue especial.

Vi a mi madre correr con tanta vitalidad.

Ese día espárragos fuimos a buscar;

después de mucho andar,

cogiendo de aquí y allá,

a un prado fuimos a parar.

Las vacas que había no eran

para mí de mucho fiar.

Pero vi a mi madre que le daba igual,

hasta que una vaquilla hacia ella miró.

No sé lo que la paso, que hacia ella embistió.

Nunca había visto nada igual:

corría como el viento,

algo que no dejo de pensar

que aquel día fue sensacional.

Nunca pensé que mi madre tanto pudiera correr.

Aquí terminó ese día que fue para no olvidar.

Ese día supe que nadie la podía igualar,

porque ni siquiera una vaca la pudo alcanzar.

Corrió y corrió como si el diablo la fuera detrás,

y eso no se puede igualar.

Pensar y pensar si alguna vez habéis visto algo igual.



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